Los afortunados propietarios de un jardín disfrutan como nadie de la llegada de los días más largos y soleados. Pero todos podemos tener nuestro propio edén particular al aire libre si ponemos en práctica una serie de consejos de lo más sencillos. La idea es aprovechar el espacio del balcón para establecer allí nuestra terraza o jardín urbano. Y es que los balcones son espacios que normalmente quedan desaprovechados: al final, se convierten en meros tendederos de ropa o almacenes de trastos viejos.
Es una pena desperdiciar esos metros dejándolos sin utilizar, y por eso te vamos a enseñar a convertirlos en preciosos mini-jardines.
Los pisos pueden reconvertirse rápidamente sin necesidad de meterse en obras. Fíjate en lo que nos propone Ikea en esta imagen: un piso revestido de baldosas de madera, que se venden ya confeccionadas y que lo único que hay que hacer es colocar directamente sobre el pavimento.
Las hay de distintos tamaños y todas están preparadas para que no las estropee la estancia a la intemperie. Y una vez que nuestro suelo esté listo, buscaremos unas piezas de mobiliario especiales para exterior: lo mejor son las maderas tropicales, el hierro forjado y el plástico.
La foto nos sugiere colocar un asiento en la parte más estrecha del balcón para dejar libre el espacio. Además, es el lugar perfecto para sentarse a leer o a disfrutar del sol de primavera, contemplando nuestro delicioso jardín urbano. Los tiestos colgantes y las pequeñas y alegres macetas que contienen hortalizas “mini” crean la sensación de estar en la naturaleza, aunque vivamos en medio del bullicio de la urbe.
Y unos taburetes de metal lacado en tonos pastel servirán para colocar la taza de café, el refresco, el periódico o compartir el pequeño jardín con invitados.